Los valores y principios en los que está arraigado el movimiento cooperativo lo convierten en el espacio idóneo para superar la brecha digital de género. Aquí repasaremos algunos ejemplos de cooperativas que persiguen la inclusión y el empoderamiento femenino en el mundo de la innovación y la tecnología. También conoceremos testimonios de distintas partes del mundo, las impresiones y experiencias de diferentes mujeres en un sector tradicionalmente masculino: el tecnológico. Todas ellas son fuente de inspiración para otras mujeres y niñas.
Su nombre es una declaración en sí mismo. Eva es una cooperativa de plataforma que ofrece servicios de conducción en varios países, y que opera en dos sectores donde predominan los hombres: el tecnológico y el de la conducción. Eva está adoptando medidas de inclusión de género, como el plan para que en Abril de 2024 su aplicación móvil permita a las pasajeras mujeres, personas trans y no binarias elegir como chófer a alguien que sea también mujer, persona trans o no binaria. Otra iniciativa es la inclusión de pronombres en las firmas del correo electrónico de su personal.
Tal y como suele suceder en las cooperativas, las prácticas democráticas marcan la diferencia: Eva anima a las mujeres a entrar en el comité que permite a repartidores, conductores y pasajeros participar en la toma de decisiones de la cooperativa.
El pequeño equipo directivo de Eva incluye a varias mujeres con grandes dotes de liderazgo. Una de ellas es Loriane Comeau, directora de Comunicación, quien, a pesar del gran apoyo que recibe por parte de sus colegas y de la Dirección, sigue teniendo que enfrentarse a prejuicios y prácticas sexistas en su trabajo. «Creo que a las mujeres, en general, se les toma menos en serio que a los hombres a nivel profesional, y es más difícil que se nos vea como figuras de autoridad. Es habitual que me pidan que pase el teléfono a un hombre cuando estoy prestando asistencia técnica a alguien. Otras veces, la gente cree que soy la secretaria de mi jefe, aunque ocupo un puesto de dirección», reconoce Loriane. «Para mí es evidente que la influencia que se impone a la gente a nivel conductual, estético y profesional depende en gran medida del género. Por ello, creo que a las mujeres no se les anima a dedicarse al emprendimiento, los negocios o la tecnología. En mi experiencia, entrar en este mundo y ser la única mujer del departamento puede ser intimidante», añade.
FACTTIC es la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajo de Tecnología Innovación y Conocimiento, y representa a las cooperativas que ofrecen servicios informáticos en Argentina.
En 2022, la FACTTIC conmemoró el Día Internacional de la Mujer con un reportaje sobre los principales problemas de género, sus necesidades pendientes y sus oportunidades dentro del movimiento cooperativo tecnológico.
Una de las mujeres que figuran en este reportaje es Maia Numerosky, científica de datos e investigadora operativa en la cooperativa Eryx, miembro de la FACTTIC. Según narra el artículo, Maia distingue tres tipos de barreras para las mujeres que quieren dedicarse a las TIC en su país: la sobrerrepresentación masculina en las carreras CTIM (según el estudio «Futuro Programado» elaborado en Argentina en 2019 por Chicas en Tecnología, los grados en programación apenas tienen un 16 % de alumnas); los estereotipos sociales y culturales que alejan a las mujeres de los puestos técnicos; y la tendencia a dar prioridad a las personalidades fuertes y carismáticas para los puestos de liderazgo. Por otra parte, reconoce que el ecosistema de su cooperativa, por su naturaleza horizontal e inclusiva, es un entorno privilegiado en el que no suelen producirse prácticas sexistas.
En un momento en el que la inteligencia artificial (IA) es tendencia en los medios de comunicación, es fundamental incluir la perspectiva de género en el diseño de los sistemas de IA. Tal y como señala Maia, los algoritmos se alimentan de datos, y si estos datos reflejan los prejuicios actuales, los algoritmos seguirán perpetuándolos. Maia también subraya la importancia de la diversidad de género en los equipos de desarrollo de software, ya que es más probable que las mujeres tengan en cuenta factores puramente femeninos al desarrollar una aplicación, como el ciclo menstrual en una aplicación de salud.
Central England Co-operative es una cooperativa de consumo que opera en los sectores alimentario, de servicios funerarios y de viajes, entre otros. Hemos hablado con Kharissa Cameron, directora del Arquitectura y Planificación Empresarial. Kharissa emprendió su carrera en tecnología hace veinte años. «Siempre me habían encantado los ordenadores pero no pensaba que pudiera dedicarme a ello. Un giro del destino de dio la oportunidad de acceder a un grado que financiaba los estudios a las mujeres que quisieran pasarse al sector informático. Recuerdo mi primer día en una empresa, cuando entré en la oficina y me di cuenta de golpe: no había nadie como yo. Yo era la única mujer», explica.
Gracias a su determinación y esfuerzo, Kharissa pudo superar las barreras que encontró en su carrera. «Conforme avanzaba en mi carrera, tenía que ponerme continuamente a prueba, demostrar mi valor, demostrar que aunque soy una mujer puedo hacerlo igual de bien», admite. En la cooperativa ha encontrado no solo un entorno que apoya y valora su trabajo, sino también referentes que le inspiran.
Central England Co-operative tiene un grupo de trabajo de inclusión que reconoce y promueve la importancia de la igualdad dentro de la cooperativa, creando conciencia y garantizando que su entorno de trabajo sea plenamente inclusivo.
En marzo de 2022, la fundación Pico y Radio Activa lanzaron el podcast «WOW – Women On Web». Está presentado por las periodistas Federica Meta y Francesca Pucci, y habla de mujeres cooperativistas que participan en proyectos de innovación y transformación digital.
Todos los episodios (en italiano) están disponibles aquí.
KAYA es una plataforma digital compartida basada en la nube y diseñada especialmente para las cooperativas de Filipinas. Permite operaciones cooperativas más eficientes y facilidad de transacciones para los miembros individuales y las empresas a través de una gama de servicios financieros y de pago. Fue creada en 2016 por la Confederación Nacional de Cooperativas (NATCCO), miembro de la ACI, junto con ACCU y PFCCO, para reforzar la visión de una red integrada, en la que servicios como los pagos digitales y las soluciones tecnológicas son proporcionados idealmente por las federaciones de cooperativas.
Teniendo en cuenta que el 59% de los/as socios de las cooperativas miembros de NATCCO son mujeres y que dos tercios de los/as usuarios/as o titulares de cuentas de KAYA son mujeres y, en su mayoría, madres, las mujeres son un público clave para la plataforma KAYA.
KAYA es especialmente útil para las mujeres ya que, en Filipinas, suelen ser las responsables de gestionar las finanzas del hogar. El envío de dinero a los niños para pagar la asignación escolar y la matrícula es uno de los usos más populares de KAYA, ya que es más barato que en otras plataformas de pago. Además, como las facturas pueden pagarse cómodamente desde casa, las madres pueden reducir los gastos de transporte y ahorrar tiempo.
NATCCO promueve la inclusión de las mujeres en el desarrollo y en los empleos basados en la tecnología ofreciendo programas de formación y educación, eliminando barreras y garantizando un entorno inclusivo -proporcionando los recursos y el apoyo que las mujeres necesitan para tener éxito-, ofreciendo oportunidades de liderazgo -el 60% de los/as miembros del consejo de administración de NATCCO son mujeres, el actual Comité de Tecnologías de la Información está compuesto por tres miembros, dos de los cuales dos son mujeres, y tanto el grupo de Tecnologías de la Información como el de Sistemas de Pago están dirigidos por mujeres.
Según Sylvia Okinlay-Paraguya, Consejera Delegada de NATCCO, las cooperativas deben asegurarse de que haya espacios seguros para mujeres, niños y jóvenes. Las cooperativas deben comprometerse con la alfabetización digital. "Esto se puede conseguir facilitando los dispositivos adecuados, enseñando a los miembros el uso de los servicios financieros digitales. También se puede mejorar el espíritu empresarial mediante el marketing digital y el acceso a plataformas y canales de venta en línea. Al mismo tiempo, hay que enseñar a los miembros y a los niños y jóvenes a protegerse del acoso en línea y la ciberdelincuencia", afirma.
Encuentre aquí más información sobre el proyecto Kaya y otros proyectos cooperativos innovadores en Asia-Pacífico.
La Oromia Coffee Farmers' Cooperative Union (OCFCU) junto con Women Engage for a Common Future Deutschland e.V. (WECF) han puesto en marcha un proyecto para llevar soluciones de energía solar a las mujeres agricultoras que faciliten la plantación de café y otras hortalizas. Las mujeres de las cooperativas también utilizan la energía solar para tareas de oficina. Esta experiencia demuestra la importancia de mejorar el acceso de las mujeres a Internet, así como a la educación y la formación, para salvar la brecha digital de género. La Oromia Coffee Farmers' Cooperative Union cree que, teniendo en cuenta que la tecnología genera grandes oportunidades, la presencia de mujeres en puestos tecnológicos dentro de la cooperativa puede ayudar a reducir la brecha salarial general entre hombres y mujeres.